¡O incluso menos! Con lo difícil que está conseguir artículos que no son de primera necesidad, lo más cómodo en este periodo que nos ha tocado vivir es comprar sin dinero y sin salir de casa. Es decir, ordenar y organizar las cosas para encontrar lo que no recordábamos que teníamos. Estos días toca ser creativo con lo que tenemos, y ese puede ser el caso de un pequeño remanente de pintura, del bote que compraste porque tenías pensado hacer algo y en su momento no lo hiciste (¡es mi caso!).

Yo me he animado con un zócalo para la habitación de las niñas, en un tono rosa maquillaje que me encanta. No tenía suficiente pintura para cubrir toda la pared, y además prefiero que se respire blanco por la parte superior, pero con el zócalo consigo refrescar la pared que necesitaba un lavado de cara.
Pinta el interior de una hornacina o el fondo de una librería de obra. El efecto de la pintura en el fondo de una librería de obra o de cualquier espacio retranqueado consigue dar mayor relevancia y protagonismo a los objetos expuestos, parece que ganen volumen, como en el restaurante Merah en Melbourne:

En este comedor de un apartamento en Lyon el efecto bicolor es el contrapunto perfecto a las sillas Cesca:

Otra opción con ese pequeño sobrante de pintura que tienes puede ser pintar el interior de un paso en un color que contraste, como en estas imágenes:

Imágenes de Elena Mora para Wallpapermagazine

Si lo ves demasiado intenso, siempre puedes ...