La cocina como centro neurálgico de toda la casa, con un amplio espacio, abierto a la terraza exterior, en el que encontramos una zona de comedor, la zona de cocina propiamente dicha y un rincón de trabajo. A este espacio se accede a través de un mud-room, la habitación que en el mundo anglosajón se destina a quitarse los abrigos, dejar los bolsos y los zapatos y a empezar a sentirte en casa.

Una pared de ladrillo blanco, una imponente isla revestida en mármol y suelos de parquet continuando en el mobiliario de la misma, toques de latón en herrajes y lámparas y mobiliario de suelo a techo para aumentar la capacidad de almacenaje (eso sí, en blanco, para mantener la sensación de apertura) son las claves de esta cocina.

La inspiración que os traigo hoy llega desde Australia, auténtica catapulta de talentos y de tendencias. Si en algo destacan es en su capacidad de expresar un estilo relajado, aparentemente fuera de condicionantes "de moda", con un sex-appeal inherente y nada banal.
El resultado, después de guiarse por materiales nobles, poco tratados, y por siluetas marcadas pero no duras, son interiores en los que apetece estar, con el equilibrio perfecto entre calidez y frescura. 

Ayudan, en esto de la frescura, las localizaciones en sitios como Bondi Beach y otros paraísos boho. No busquéis aquí falsas apariencias, ni una decoración hecha para imponer... sino un interiorismo hecho para vivir.

El resto de la casa (que p...