Buenos días!
Como ya sabrás si lees el blog o me sigues en redes, hace unos meses fui mamá. Mi pequeño (por decir algo, porque crece por segundos) Martín, es un bebé muy inquieto, le encanta investigar y es pura energía, y aunque su papá y yo estamos contentísimos y disfrutamos viéndolo descubrir el mundo que le rodea con toda su intensidad, acabamos agotaditos.
Yo pensaba que no me costaría tanto volver al ritmo habitual del blog porque trabajo desde casa, pero no ha sido posible y sinceramente, algunos ratos libres en casa que me deja Martín prefiero descansar para volver a cogerlo con ganas y no perderme ni un segundo de todos los momentos que estamos viviendo y pasan tan rápido.
Foto de Bryan Minear en Unsplash
Después de replantearme el rumbo de todo mil y una veces y de analizar mi situación actual, he pensado que es mejor parar y dar forma a esos cambios que me rondan en la cabeza para poder disfrutar al máximo esta nueva etapa que estamos viviendo.
No se trata "sólo" de adaptar mi trabajo a las necesidades de Martín y viceversa (en esta parte los abuelos me echarán una manita -o dos- así que más o menos está resuelto), que también, se trata más bien de hacer un cambio en mi trabajo, su enfoque, buscar que me compense y que vuelva la ilusión que hizo que empezara todo esto ya que que las horas que "quito" de estar con mi familia tengo que sentir que valen la pena (aunque siempre preferiré estar con ellos, pero hasta que ...