N’orma es un pequeño hotel en el campo de Ragusa, en el sur de Sicilia. Es una granja rural, un típico edificio siciliano con un patio cuadrado en el centro y habitaciones que se abren a su alrededor. La gente viene aquí para quedarse, para compartir el espacio y el paisaje. Sin prisa.
La casa, después de décadas de abandono, ha vuelto a la vida. Las únicas dos habitaciones dan a la piscina y a los olivos y están diseñadas como una extensión natural del espacio abierto. Una vez fueron espacios para animales y cultivos y este recuerdo se ha conservado: el pesebre es ahora el lavabo de uno de los baños y la pared con grandes orificios de alimentación es ahora el contenedor de una chimenea que se calienta en las noches más frescas.
Piedras y bloques de toba son parte de las técnicas de construcción del pasado para crear techos y particiones. La arquitecta Patrizia Sbalchiero utiliza materiales y formas tradicionales para interpretar la vida rural en una nueva clave: la textura intercalada de la piedra se superpone a la superficie blanca y lisa del yeso en una combinación donde la concreción y la solidez de los materiales antiguos se mezcla con la pureza y regularidad de líneas y proporciones.
El volumen de piedra y yeso blanco define las entradas, los pasos y los umbrales entre el interior y el exterior, entre las áreas de la vida y la naturaleza. El diseño está calibrado para optimizar y maximizar la relación entre el huésped y el territorio,...