El interiorismo de oficinas desempeña un papel cada vez más importante en la creación de espacios de trabajo adecuados para promover la creatividad, el respeto por las personas y el medio ambiente. Para lograr este objetivo, es necesario invertir en las personas y en los lugares que ocupan, con el fin de crear espacios saludables y eficientes que impulsen el rendimiento. 
Mediante el interiorismo, se modifica y se adapta el espacio para crear ambientes que aporten un valor diferencial para las personas y la productividad de la empresa. A la hora de acondicionar cualquier espacio, en lo que a diseño se refiere, es primordial tener en cuenta el fin para el cual va a estar destinado.

El espacio de trabajo es casi el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo mientras estamos despiertos. Por lo tanto, además de ser cómodo y estar alineado con los objetivos empresariales, debe satisfacer las necesidades estéticas y funcionales, así como los valores de la organización.
Existen varios aspectos clave a tener en cuenta al diseñar la oficina ideal. Es imprescindible realizar un análisis detallado para comprender las necesidades funcionales de cada profesional, departamento o actividad. Lo que implica considerar el número de empleados existentes en cada espacio, las funciones de cada área, el tipo de iluminación, el color de las paredes y el mobiliario, la climatización, las salas y zonas de reunión, la decoración, el mobiliario y el equipamiento, ...